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Los viajes del futuro

Si hace unos años te hubiesen preguntado como iban a ser los viajes del futuro, seguro que habrías pensado en viajes al espacio, a lugares inaccesibles ahora mismo o incluso viajes virtuales desde el salón de tu casa.

Pero el futuro llega, de hecho, ya ha llegado, y creo que a día de hoy, esos viajes se van a quedar relegados para el imaginario de cada uno o para una buena (o mala) película.

Lo que no se puede negar es que nuestros viajes van a cambiar, ya lo están haciendo para ser más exactos, y no tienen nada que ver con lo que nos habíamos imaginado. Los viajes del futuro son una vuelta al pasado.

Los viajes del futuro son una vuelta al pasado

Diréis… «Mira que pancha se ha quedado diciendo esto», pero os lo voy a explicar. En realidad, la situación que hemos vivido, nos ha hecho ver la vida y las relaciones de otra manera. Los viajes son eso, experiencias de vida y relaciones tanto con las personas como con el entorno. Por ello vamos a tener en cuenta cosas que hasta hora no teníamos.

Vamos a volver al pueblo de nuestros padres o abuelos para reencontrarnos con nuestras raíces, para volver a oler el pan recién hecho a horno de leña cuando pasas por el callejón de detrás de la panadería, para poder visitar a tus abuelos que no ves desde hace tiempo y están mayores o conocer al hijo de tu prima que nació en medio del confinamiento y todavía no lo conoces.

Vamos a buscar lugares pequeñitos en los que tomarnos un vino con vistas a una espectacular montaña, tumbarnos bajo las estrellas en un cielo sin contaminación lumínica o pasear por una calle en la que nunca pasan coches.

Vamos a ir a la naturaleza donde tumbarnos en medio de un prado para sentir el sol en la cara, escuchar a los pájaros cantar o simplemente sentir la brisa en la cara.

Vamos a volver también a buscar sentirnos como niños, saltando en los charcos con nuestros hijos, enseñándoles a trepar ese árbol que tú trepaste a su edad o explicarle que ese olor viene de esas flores moradas que son lavanda.

Vamos a priorizar nuestras sensaciones y experiencias, cosas que nunca hemos hecho, pero que siempre nos hubiera gustado hacer, buscar el sentirnos bien o el explorar ese tipo de turismo que hasta hora descartábamos.

Vamos a volver al pasado, pero no en el mal sentido, todo lo contrario, vamos a volver a buscar esas cosas que en el pasado nos hicieron felices y habíamos olvidado de lo que nos gustaban.

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