La despoblación es un tema que parece que por fin se pone sobre la mesa. Hace unos años, nos invitaron a Cabarceno (Cantabria), al primer Foro sobre Turismo y Despoblamiento. Nos lo pasamos genial, pudimos conocer a gente increíble que hace cosas aún más increíbles. Pero aparte de esto, nos quedamos con un sabor de boca un poco agridulce. Os explico los porqués.
Cuando hablan de despoblación o de la España Vaciada, parece que se habla de un ente extraño y tiene su razón. Los que dicen que quieren ponerle solución viven en grandes ciudades, tienen bonitos despachos con ventanas a grandes avenidas y no pisan los pueblos más que para la foto. No saben nuestras necesidades, ni tan siquiera nos las preguntan. Me recuerdan al lema del Despotismo Ilustrado (salvando muchas distancias): «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo, ya que el pueblo es menor de edad».
Tal vez este artículo no sirva para nada, pero voy a contar la realidad de vivir en un pueblo; y no me refiero a la parte idílica, que esa, ya la conocemos todos.
Las verdades de la España Vaciada que no te van a decir en televisión
- Nos sentimos abandonados, las grandes inversiones en infraestructuras son siempre para las ciudades, los políticos de cualquier color no se acuerdan de nosotros excepto en elecciones, solo salimos en el telediario para lo malo… Y así con todo… nos sentimos el último mono y con razón.
- Todo es más caro. Parece mentira, pero es verdad, una barra de pan o un litro de leche cuesta mucho más dinero en un pueblo que en una ciudad. El transporte de llevarlo hasta allí y la falta de competencia incrementa los precios.
- No podemos autogestionar nuestra comida. Teniendo gallinas no puedo venderle los huevos a mi vecino, que los tiene que comprar a precio de oro en el supermercado. Quien dice huevos, dice tomates, leche y un largo etcétera.
- La oferta educativa y de ocio de nuestros pequeños es mínima o inexistente. Las actividades extraescolares necesitan un mínimo de niños para que se puedan realizar. A veces, ese número de niños que solicitan no suma ni con todos los del pueblo. En cuanto a los colegios, no tenemos opción de elegir, ya que si queremos llevarlos a otros sitios, no tenemos la posibilidad de transporte, ni pagando.
- El transporte público, no sé si reír o llorar. En nuestro caso tenemos tren y autobús (somos de los afortunados), pero a unas horas tan intempestivas que se hace inviable usarlos de forma habitual. A muchas poblaciones ni llega, o solo una vez a la semana.
- Acceso al servicio médico. Pues volvemos a lo mismo, hay poblaciones que tienen el médico un día a la semana. Pero independientemente de esto, hay muchas especialidades que ni tan siquiera hay en Huesca capital, por lo que tenemos que ir hasta Zaragoza. Por supuesto, eso corre de nuestra cuenta.
- Una de las cosas que oí en el congreso fue que el 5G iba a ser la solución para el despoblamiento, ya que todos tendremos acceso rápido a internet de calidad. No me reí en voz alta por respeto, pero tal vez este señor no sepa que tenemos zonas que no llega ni el 3G, bueno, no llega ni cobertura para hacer una llamada. Así que agradecemos mucho su interés, pero la realidad es bien distinta.
- Otro eslogan que se han colgado los gobiernos autonómicos de turno, ha sido lo de la fibra óptica en todos los pueblos. Y sí, ha llegado, pero no a todas las casas del pueblo. En muchos se ha quedado en la entrada o la plaza, llegando a varias casas cercanas y punto.
- Nuestras carreteras dan pena. Son carreteras con curvas, el terreno así lo exige, pero lo que no es normal es que se hagan apaños sobre apaños y haya unos socavones que da vértigo asomarse.
- La burocracia juega en nuestra contra. Cada vez que tienes que hacer un papel en la administración (y en el entorno rural son más que en las ciudades), implica ir hasta la ciudad que te corresponda (no siempre es la más cercana). Una vez llegas te dicen que podías haberlo hecho por internet y te planteas lo siguiente: internet funciona demasiado lento y las webs de la administración pesan tanto y están tan mal hechas que es imposible cargarlas. Es para mear y no echar gota… en fin.
- Nos prohíben o intentan prohibir todo, desde hacer leña, a coger setas, desde criar y matar nuestros animales en casa, a venderle tomates al vecino… Las realidades entre un pueblo y una ciudad son diferentes, que parece que se olvida esto…
- Nos sentimos desprotegidos. En una ciudad tienes: Policía Local, Autonómica, Nacional y Guardia Civil. Si estás de suerte, en un pueblo pequeño, ves el coche de la Guardia Civil una vez a la semana. No es culpa de ellos, eso lo tenemos claro, pero tienen tanto territorio y tan pocos efectivos que no llegan a más. Si te ocurre algo y los llamas, pueden estar a más de una hora de distancia.
- Las empresas de transporte no pueden cumplir los servicios 24h o 10 de la mañana, ya que se sale de sus rutas de ciudad.
- A las empresas les sale mejor estar instaladas en las ciudades, por lo anterior y por muchas más cosas, por lo que en los pueblos nos vemos obligados al transporte, al traslado o al autoempleo.
- Nuestros mayores no tienen acceso a centros de día o servicios de acompañamiento, por lo que se ven totalmente solos en indefensos a partir de cierta edad.
- Seguro que me dejo mil cosas, pero las realidades de cada pueblo y/o zona también son diferentes. Lo que todos compartimos es la sensación de abandono.
Cómo acabar con la despoblación???
Pues me encantaría tener la fórmula mágica para terminar con la despoblación, pero creo que no existe tal fórmula, ni tan siquiera sirve la misma fórmula para todos los pueblos de España, pero lo que sí tengo claro que con lo que se está haciendo ahora la despoblación va en aumento. Todos los pueblos pierden habitantes cada año.
Con la pandemia hubo un pequeño repunte de personas que pensaban que en el pueblo estarían mejor, pero poco a poco se han vuelto a ir a las ciudades, esto no es para todos.
Qué tal si nos empiezan a escuchar??? Si de verdad vienen los «grandes políticos» a los pueblos (no me sirve un pueblo de Madrid con 50.000 habitantes) y están con nosotros algo más que tiempo del mitin, se darán cuenta de nuestras realidades. Si viven con sus familias y uno de sus hijos se pone enfermo y tiene que coger el coche y hacer una hora de viaje hasta el hospital más cercano, tal vez sientan esa sensación de abandono de la que os hablo.
Pero… lo harán o seguirán mirando por la ventana de las grandes avenidas mientras la despoblación acaba con otro pueblo más???