el gran apagón

Apagón en verano: lo que la IA está detectando y nadie te cuenta

La inteligencia artificial no tiene bola de cristal para conocer cuando será el próximo gran apagón, pero sí una capacidad asombrosa para detectar patrones. Y últimamente ha detectado unos cuantos que no invitan precisamente al relax veraniego.

Varios modelos de IA que analizan datos meteorológicos extremos, consumo eléctrico y tensiones geopolíticas han empezado a lanzar alertas sobre posibles apagones este verano.

Las fechas???

Algunas apuntan a julio, otras a finales de agosto.

Los motivos???

Aquí van unos cuantos:

  • Olas de calor y las tormentas eléctricas, con picos de consumo eléctrico por aire acondicionado
  • Infraestructuras eléctricas envejecidas en varios países europeos
  • Aumento de la tensión energética internacional, con cortes puntuales de suministro de gas o fallos en interconexiones
  • Dependencia creciente de sistemas digitales y renovables, que pueden fallar ante picos inesperados o ciberataques

No es ciencia ficción. No hace falta creer en el colapso para aceptar que nuestro sistema energético es frágil.

Y no sería la primera vez que, en pleno verano, un apagón generalizado nos deje sin luz, sin cobertura y con la nevera haciendo el triste susurro de lo inevitable.

Pero esto no va de miedo

No escribo esto para sembrar el pánico ni para que empieces a acumular velas como si viniera un apocalipsis.

Lo escribo porque prefiero estar preparada, por si acaso. Y porque, cuanto más lo hablo con otras personas, más claro veo que no soy la única que lo piensa.

Prepararse no significa vivir con paranoia. Significa, simplemente, tener un plan.

Saber qué hacer si se va la luz. Tener una linterna (con pilas), algo de agua almacenada, una radio que no dependa del enchufe, una comida que no requiera microondas.

Y sobre todo, saber reaccionar.

Porque cuando algo falla de verdad, lo que marca la diferencia no es tener una navaja con 27 usos. Es tener cabeza. Tener calma. Tener práctica. Y saber usarla.

A veces basta con saber lo básico

Yo no nací sabiendo esto. Lo fui aprendiendo poco a poco. En el monte, en casa, de mis mayores, haciendo pruebas, cometiendo errores, tomando nota.

Y también compartiendo lo que aprendía con otras personas, en talleres, en cursos… con gente que, como yo, no buscaba hacerse la lista. Solo quería estar un poco más preparada para lo inesperado.

Por si pasa.

Por si pasa cerca.

O por si pasa justo cuando no debería.

Y aunque ahora soy una experta, sigo practicando y aprendiendo cada día.

Qué pasa cuando hay un apagón de verdad???

No hablamos solo de que no funcione la tele. Un apagón real puede dejarnos sin luz, sin agua, sin calefacción o refrigeración, sin acceso al banco, sin cobertura móvil ni internet.

En muchos casos, los primeros minutos son caóticos. Nadie sabe cuánto durará, y eso genera ansiedad.

Las ciudades colapsan rápido. Los ascensores dejan de funcionar. Las tarjetas dejan de pasar. Las alarmas se disparan.

Y en las casas, si no estás preparado, el agobio llega enseguida: no hay luz, no puedes cocinar, no sabes qué hacer.

Por eso tener un plan de emergencia es una de las cosas más útiles que puedes hacer por ti y por tu familia. No para vivir con miedo. Sino para vivir con tranquilidad, sabiendo que, si pasa, sabrás qué hacer.

El verano y los apagones: una combinación peligrosa

Muchas de las alertas que la IA ha generado para este año coinciden en un punto: el calor.

Las olas de calor provocan un aumento enorme del consumo eléctrico. Todos los aires acondicionados funcionando al máximo, todo el día. Y si la red no aguanta, se cae.

Además, el uso intensivo de dispositivos, el teletrabajo y los picos simultáneos de demanda eléctrica en grandes núcleos urbanos crean un estrés constante en la red.

En resumen: el verano es un momento delicado para el sistema eléctrico.

Y si llega un apagón, será justo cuando más lo notamos.

La IA puede predecir cosas. Pero tú puedes prepararte

No sabemos si el apagón llegará en julio, en septiembre o nunca.

Lo que sí sabemos es que, si llega, nos pillará como estemos.

Y yo, sinceramente, prefiero que me pille con una linterna cargada, la mente tranquila y unas cuantas ideas claras en la cabeza.

Prepararse no significa montar un búnker. Significa, simplemente, aprender lo básico. Y si además puedes practicarlo, compartirlo con otras personas y resolver tus dudas en un entorno real, mejor que mejor.

En Locura de Vida, organizamos experiencias donde enseñamos eso: cómo estar preparado para lo inesperado, sin dramatismos, pero con sentido común.

No necesitas convertirte en experto en supervivencia. Solo necesitas saber qué hacer si un día, sin avisar… se va la luz.

Y tú, si hay apagón este verano… cómo quieres que te pille???

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